El valor de los floristas en las bodas cántabras
¡Hola, amigos de Cantabria DModa! Último fin de semana de julio y yo con los últimos detalles de la siguiente boda. ¿Hablamos de flores?
Si estás en el punto de buscar un florista para tu boda, pero te preguntas… ¿quién será el apropiado? Si tienes mil dudas sobre la decoración floral de vuestro gran día, ¡este es tu post!
No sé si es casualidad o no, pero el primer florista de Cantabria con el que trabajé es mi florista favorito a día de hoy. Me encanta trabajar con él, por lo que sabe, por cómo trabaja la flor, por su pasión por conseguir todo lo imposible que le pedimos mis novios fabulosos y yo (quizás no tan fabulosa) y porque le gusta que su trabajo quede muy vistoso. No le gusta para nada, como a mí, que un trabajo floral se vea escaso. Os hablo de Jose Ceballos de la floristería José Pérez en Heras. Es un artesano florista de los pocos que quedan ya.
Yo que soy una ‘wedding-planner’ que no sigue estereotipos de ningún tipo en cuanto a mi profesión, no tengo ni idea del nombre de ninguna flor y lo poco que entiendo de flores es gracias a él. A mí me encanta crear decoraciones imposibles con las flores preferidas de mis novios, pero considero que los profesionales son los floristas y me encanta trabajar codo con codo con ellos y dejarles hacer su trabajo para que consigan lo que hemos diseñado para cada boda.
A veces, pensar en una decoración y querer plasmarla no es tarea fácil, tener enfrente a un profesional que te facilite el trabajo es muy importante. Pero no sólo he trabajado, conozco y recomiendo a Jose (le llamo así, sin tilde) me gusta trabajar con otros y reconozco que también son muy buenos.
Un florista tiene que ser creativo, conocedor de su producto y, además, tiene que saber trabajar perfectamente la flor y, como os digo, no todos saben hacerlo bien. Cuando un florista no es artesano se nota, o por lo menos nosotros (mi equipo y yo) lo notamos y eso que no sabemos nada de flores, repito. Y además he de confesar que no tengo ningún interés en saber sobre esto, porque yo no soy florista. Hago hincapié en esto porque como habréis notado, no me gusta nada cuando digo que soy ‘wedding-planner’ y me asocian a flores o mesas dulces.
He trabajado con varios floristas de Cantabria, pero reconozco que recomiendo a unos pocos, que son realmente con los que me encanta trabajar y a los que siempre recomendaría. También podría hablar de floristas y proveedores a los que nunca recomendaría y podría contar el porqué de mi negación a recomendarlos tras trabajar con ellos, pero eso ocuparía muchos post y no creo que interese tanto.
Como con otras tantas profesiones, admiro a muchos y me encanta trabajar de forma cómplice y espero coincidir muchas veces más. Con alguno de los que dan color a las bodas cántabras aún no he coincidido y estoy deseando hacerlo porque sigo su trabajo y me gusta mucho. Espero que el 2020 me lleve a ellos.
Recordad que trabajar la flor no es fácil, aunque lo parezca, y que no todos los que dicen ser floristas lo son. Ahora os toca escoger el que más os guste para vuestra boda, pero si tenéis cualquier duda estaré encantada de ayudaros.
Siempre os digo que podéis seguir todo el trabajo que desarrollo con mi equipo en la página web o en redes sociales: Facebook e Instagram.
Desde Cantabria, historias basadas en bodas reales.
¡Gracias mil!
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